Por Carlos A. Villalobos Cortés
Pese al incremento del precio del café cereza en los países productores debido a la caída de la producción del aromático en Brasil y Vietnam, los cafeticultores de México poco pudieron sacar provecho y es que al principio de la cosecha las compras comenzaron a pagar el café a 9 pesos en las zonas bajas, rápidamente el precio alcanzó los 15 o 16 pesos llegando en unas semanas a alcanzar los 20 pesos, este incremento de precio no solo espantó a los representantes de las grandes transnacionales que compran café cereza en México sino que los orilló a implementar una agresiva estrategia mercantil, bajar el precio como si existiera una sobre oferta del mismo, junto a la caída del precio pagado a los cafeticultores de México y en específico a los productores veracruzanos, se decidió cerrar por algunas horas las compra de café en algunas comunidades provocando la inquietud de los campesinos y orillándolos a aceptar los bajos precios por su producto.
Para cuando llegó el centro de cosecha donde hay mayor producción y calidad, los precios ya no volvieron a repuntar, organizaciones campesinas como el Consejo regional del Café de Coatepec han exigido a las autoridades de los diferentes órdenes de Gobierno defender el precio del café ya que a decir de ellos se está volviendo a cometer una injusticia en contra del sector.

Sin embargo y a pesar de que el precio del café en la bolsa de valores de Nueva York ha superado los 400 dólares las cien libras (46 kilos) el precio pagado al día de hoy en las diferentes regiones cafetaleras de Veracruz es de entre 15 y 17 pesos.
Como es de imaginarse entre el gremio cafeticultor hay molestia por la tibia defensa que las instituciones encargadas de proteger al campo mexicano están realizando al respecto.
Debemos recordar que en México se reconocen 12 estados productores de café, aunque existen pequeñas comunidades en estados como EDOMEX estos grupos aún no llegan a ser cuantificados en las estadísticas nacionales, Veracruz cuenta con alrededor de 10 regiones cafetaleras, algunas de ellas con marcado nivel de pobreza y pobreza extrema.