Las damas de verde, visten su traje de novias

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*Con la llegada de las lluvias y en pleno inicio de la Primavera, plantaciones de café de Coatepec asoman la primera floración

*Cafeticultores esperan que la humedad ambiente sea suficiente para que «pegue la flor» y se procure una buena producción

Por Carlos A. Villalobos Cortés

Existen diversas versiones acerca del origen dela llegada del café a Veracruz, una de ellas, medianamente documentada sostiene que el café llegó a Coatepec un 16 de mayo de 1808 procedente de la Habana (Cuba) y que fue a partir de ese momento, que se dispersó por diferentes municipios, convirtiéndose a lo largo de los años en el cultivo que detonaría la economía de los pueblos de la región.

Qué tan precisa es esta información, quizá nunca lo sabremos, quizá dificilmente podamos afirmar con firmeza a donde realmente llegó el café por primera vez a Veracruz o a nuestro país.

Los cafetales bajo sombra, proveen resguardo del intenso sol a los cafetos, contribuyen a la conservación de mantos acuíferos, captura de carbono y favorecen el ecosistema
(foto cortesía Cecilia Ávila Camberos)

Lo que si sabemos es que es uno de los productos mayormente vendidos en el mundo, la segunda bebida más consuida en el mundo después del agua.

En nuestro país, desafortunadamente no existe un censo confiable que permita conocer cuantos productores siguen cultivando café, se habla de una existencia de alrededor de 500 mil cafeticultores, meras especulaciones.

Lo cierto es que hoy por hoy y a pesar de los infortunios, el cultivo del aromático sigue siendo una fuente importante de ingresos para algunas comunidades y no pocas familias en el país, es por ello que cada vez que los cafetales se visten de blanco renace la esperanza en los productores que esta vez su café valga, que haya buena producción y que logren sacar una buena cosecha.

La floración en el cafetal no solo es bien recibida por los cafeticultores, diversos polinizadores como las abejas y otros insectos aprovechan la presencia de la floración para alimentarse (foto cortesía Cecilia Ávila Camberos)

Y es que preciamente de la floración dependerá en gran medida la producción de café, una buena producción en el cafetal debería ofrecer mejores dividendos a los productores, sin embargo y acá es donde se presenta uno de los mayores problemas de los pequeños productores; la falta de transformación de su producto, la mayoría de los cafteicultores minifundistas solo son productores-recolectores de la cereza (fruto del café) que posteriormente venden en sus comunidades a intermediarios (llamados coyotes) quienes a su vez entregan y venden en empresas acopiadoras que trabajan a su vez para las grandes empresas internacionales; AMSA, Nestlé entre otros.

Los cafeticultores que han logrado pasar de «cereceros» a pergamineros o beneficiadores son quienes obtienen mejores precios por el café que comercializan, evidentemente este proceso de transformación requiere infraestuctura (aunque se puede beneficiar café con una inversión relativamente baja) y sobre todo el deseo de dedicarle más tiempo y esfuerzo a su trabajo.

A lo largo de los años, hemos podido visitar diversas plantaciones de amigos que siguen creyenndo y apostando por el cultivo del café. Somos testigos de su esfuerzo, de su tezón y/o tozudez en continuar la tradición familiar, la herencia valiosa de los ancestros; padres y/o abuelos quienes les heredaron las tierras con la finalidad de que a través de su cultivo y producción encontrasen una manera de vivir.

¿Qué si es fácil la encomienda? Por supuesto que no, por ello la superficie cultivada de café ha disminuido dramáticamente en algunas regiones de México, de forma paradójica, el consumo de la bebida ha aumentado considerablemente, en México hemos pasado de ser un país meramente productor y medianamente consumidor, a un país que consume más y produce menos café.

A mayor floración, mayor producción de café (generalmente)

Por ello la importancia de hacer hoy esta reflexión, de reconocer el esfuerzo de los productores que no bajan la guardia y de los cuales podemos hoy mencionar algunos nombres; Cecila Ávila Camberos y Familia, Alejandra Martínez-Gama Fernández, Alejandro García Ortiz, Cuauhtémoc Apan Rojas y familia, Vicente Bonilla Jácome, Roberto y Luis Zapata, Conrado Arenas, Ismael Vidal, Ramsés Jarvio, Miguel Díaz Olvera, Jorge Pons, todos ellos de Coatepec, Ramón Suárez Itza y familia, David Julio Alarcón Aparicio, Alberto Virúes Fiumara, Hilder Lara, Nicolás Martínez Demetrio y familia, todos de Xico, Homero Jiménez Pale y familia, Juan Pale, Jorge Martínez, todos de Teocelo, Carlos Cadena Valdivia y Cirilo Elotlán Díaz de Cosautlán, Juan Gabriel Orduña Cadena y Mary Palmeros, Rodolfo Jiménez, Francisco Capistrán, todos de Naolinco y Jorge de Gabriel de Ixhuatlán del Café y todos los que me falten, a todo ellos, amigos cafeticultores los mejores deseos para esta próxima cosecha 2024-2025.

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