Redacción
Muy cerca de la capital de Veracruz se encuentra la comunidad de Otates perteneciente al municipio de Actopan, entre otras cosas esa comunidad es reconocida por la elaboración de su rico pan pero sobre todo por su vocación agrícola.
Cultivos como la calabaza, el pepino, el chayote y más recientemente hasta la maracuyá pueden observarse desde la carretera antes de llegar a la población.
En charla con Don Gaudencio Palmeros Ortiz, productor de chayote de la variedad Virens Levis nos platicó sobre los principales retos que enfrenta este cultivo, entre ellos los derivados por el cambio climático como el aumento de la temperatura y la falta de lluvias, siguiendo de la presencia de plagas y enfermedades y finalmente el tema del coyotaje que paga precios bajos a los productores. El último clavo del ataúd lo pone el estado a través de las políticas públicas muchas veces equivocadas y alejadas de los verdaderos productores.
Para el productor quien también ha incursionado desde hace poco tiempo en el cultivo de la Maracuyá, los agricultores necesitan del apoyo del gobierno puesto que históricamente los han dejado solo, sin embargo actualmente el abandono por parte de las autoridades es más notorio.
Respecto al mercado de la variedad de chayote que se cultiva en la zona, Palmeros Ortiz señaló que la producción se va principalmente a Guadalajara, al estado de Puebla y a la CDMX, de igual manera un porcentaje de la producción se va a los Estados Unidos.
En palabras de Don Gaudencio, el municipio de Actopan aporta alrededor de 400 productores tan solo de chayote, sin embargo, existen otros productores dedicados a diversos cultivos, principalmente relacionados con la horticultura.
Recientemente la región de Actopan, ha incursionado en cultivos alternativos como la Malanga y la Maracuyá, productos que enriquecen aún más la oferta agrícola de la región.
