Flor de Cempasúchil en el altar, en la cocina, en la medicina y hasta como atractivo turístico

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Redacción

Cuando pensamos en la flor de Cempasúchil (del vocablo náhuatl veinte flores” o “ varias flores) naturalmente pensamos en Día de Muertos, es inevitable pensar en uno sin lo otro, la fascinación por esta flor de colorido anaranjado es tal, que inclusive los fabricantes chinos han copiado y reproducido esta flor de manera sintética para «sustituir» a la flor tradicional mexicana de la cual se tienen registrado 35 variedades de las 58 conocidas para el continente americano. También existen variedades modificadas en otros países como el de la variedad holandesa, mismo que ha ganado mercado por su mayor resistencia al manejo y transporte, esta variedad es de talla más corta y se comercializa generalmente como planta ornamental.

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En la gastronomía se emplea para elaborar cremas, leche evaporada, calabacitas y elotes, Preparar platillos como papa rellena de camarones, elaboración de mermeladas, helado y atole.

El uso médico, se le reconocen diversas propiedades las cuales son utilizadas para el tratamiento o combate de Problemas digestivos, como vómito, indigestión y diarrea, Fiebre y enfermedades respiratorias como la tos, problemas de la piel, como verrugas, salpullido y llagas, así como afecciones hepáticas entre otros.

El Cempasúchil también se emplea como tintura para teñir tela e inclusive como insecticida gracias a sus ingredientes piretrinas y tiofenos, resulta eficaz para el combate de nemátodos e insectos y una alternativa al empleo de agroquímicos.

En Veracruz, en la región montañosa central, las comunidades de San Pablo Coapan en el municipio de Naolinco y San José Paxtepec, pequeña población perteneciente a Coacotzintla, ha cobrado auge con el paso de los años, el cultivo, comercialización y explotación turística de esta llamativa flor, misma que no solo viste los altares de los hogares católicos, sino que además sirve de escenario para la visita y disfrute de los visitantes a esas comunidades, esta práctica ha convirtiendo los campos de cultivo en un atractivo turístico que aporta importante derrama económica para los pobladores de las localidades anteriormente mencionadas.

Rodrigo Bello Gutiérrez es un productor de flor de Cempasúchil de San José Paxtepec que ha lo largo de diez años ha diversificado el empleo de esta peculiar flor de «Todos Santos». En un solar de 2 hectáreas y media, junto a su hermano y demás familiares, cultivan, comercializan y explotan turísticamente el lugar. Hasta su terreno llegan visitantes de diversos municipios, principalmente de Xalapa para disfrutar del espectáculo que ofrece el sembradío.

Los campos de flor en San Pablo Coapan y San José Paxtepec se han vuelto un atractivo para quienes gustan de la fotografía.

El floricultor señala que no existe una cuota de recuperación como tal, sino que dejan al propio visitante sea quien juzgue lo que a «su consideración» desee dejar luego de vivir la experiencia «Los visitantes llegan y se toman una foto en el campo, se llevan flor o hacen un recorrido en caballo» explica Bello Gutiérrez quien señala que la flor también se utiliza en la cocina para hacer atole, el cual asegura conserva el aroma de la flor y es muy agradable al paladar.

El campo de flor de Cempasúchil de los hermanos Bello Gutiérrez permanecerá abierto al público hasta el próximo 5 de noviembre, posteriormente, a partir del 6 la planta será arrasada por un tractor y se devuelva a la tierra donde fue sembrada para así nutrir la propia tierra.

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