*Urge programa de renovación de cafetales
Por Carlos A. Villalobos Cortés
El retraso de las lluvias aunado a las altas temperaturas del verano está ocasionando desastres en las plantaciones de café, los más afectados son los cafetales a cielo abierto, el panorama no pinta bien para un sector históricamente golpeado por la crisis cafetalera.
Encima una inadecuada estrategia agrícola tanto por parte del gobierno como por el mismo gremio ha permitido que actualmente se importen miles de sacos de café de dudosa calidad de Sudamérica o de Vietnam.
Es urgente que quien encabece el Gobierno de la República considere y valore la importancia de la cafeticultura en nuestro país. Son miles de familias las que viven directamente de este cultivo, familias de comunidades rurales, comunidades indígenas e incluso inversionistas de ciudades de regular y gran tamaño.
Desafortunadamente las administraciones federales más recientes han minimizado la importancia de este cultivo con todo y lo que genera tanto en la economía como en el tejido social.
En charla con Cirilo Elotlán Díaz, Secretario de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC) reconoció que la cafeticultura vive uno de sus momentos más difíciles de su historia.
“El tema de la sequía es gravísimo, no podemos declarar pérdida total, pero si podemos estimar que en un 50 por ciento se están perdiendo las fincas, están totalmente secas, si esto se prolongara por 15 días más podríamos hablar de una pérdida total, los cafetales que se están protegiendo un poco más son bajo sombra y eso lo hemos venido diciendo desde hace muchos años, es un llamado de atención para nosotros, que ya no sigamos desforestando”
El también vicepresidente del Consejo Regional del Café de Coatepec mencionó que actualmente quienes cambiaron las variedades tradicionales cultivadas bajo sombra por nuevas variedades de alta productividad están arrepentidos pues son variedades que están prácticamente destruidas.
El cambio de cultivo de café a limón también ha ocasionado afectaciones puesto que ante las altas temperaturas (mismas que difícilmente se revertirán) está afectando cafetales y limonares por igual a eso habrá que agregarle que la escasez de agua es cada vez más alarmante.
“Lo decíamos, estamos comenzando a vivir los tiempos apocalípticos y como lo dijimos con anterioridad si no cambiamos de rumbo la cafeticultura en México desaparece”.
Falta de liquidez y opciones de financiamiento
Al igual que sucede en el resto de las actividades agrícolas, los pequeños productores no cuentan con recursos propios para paliar la crisis que enfrentan año tras año, la inexistencia de seguros catastróficos agrícolas y la desaparición de Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, prácticamente aniquila la posibilidad de acceder a algún tipo de crédito blando.
En el tema café, existe un fideicomiso privado de los cafeticultores llamado Fideicomiso Irrevocable de Inversión, Administración y Garantía Libre (FIRCAFE) el cual actualmente es de alrededor de 600 millones de pesos.
Este Fideicomiso tiene sus orígenes en el año 2006, a la salida del Presidente Vicente Fox, antes, sería precisamente el ex mandatario quien atendería las demandas del sector cafetalero, así fue que a dos años de asumir la Presidencia de la República (2002) creó un formato productivo que permitió además la actualización del padrón nacional cafetalero, asistencia técnica, así como un programa especial de compensación al precio del café que consistía en el otorgamiento, a todos los productores de café, de 20 dólares por quintal (hasta 20 quintales por hectárea) siempre y cuando la banda de precios estuviera por debajo de los 100 dólares las cien libras, si rebasaba los cien dólares el productor estaba obligado a devolver esos recursos, cemonetó Elotlán Díaz.
“Estuvimos recibiendo esos recursos en 2002, 2003, 2004 en 2005 el precio del café en la bolsa sube a 105, 110 o 120 dólares y fue entonces que al productor le tocó devolver parte de ese recurso obtenido, muchos productores se resistieron y no aportaron, en otros casos, por un trabajo fuerte, a otros productores se nos descontó mediante las ventas al comercializador local, en aquel entonces nos descontaban 5, 10, 15 centavos por kilo de cereza, eso se fue acumulando y para el 2015 teníamos algo así como 1000 millones de pesos recuperados”.
El FIRCAFÉ se creó en un acuerdo con la SAGARPA el cual sería administrado por el Comité Nacional Sistema Producto Café por tener un carácter jurídico ya que emana de la ley de desarrollo rural sustentable
“Correspondió a AMECAFÉ resguardar ese recurso, desde aquel entonces hasta la actualidad el Presidente del comité ha sido Fernando Celis Callejas, en él se integran además representantes de la CNC y otras organizaciones como la Asociación de Industrializadores y Comercializadores de Café (ANICAFÉ), adonde también está incluida la Canacintra”.
Las dificultades que atraviesa el sector han orillado al FIRCAFE a tomar decisiones en favor de los productores, de esta manera hace 8 años se hizo entrega de recursos a los beneficiarios debido al incremento en el precio del café durante ese año.
“Para el 2016 tomamos un acuerdo, donde establecimos reglas y determinamos que si la banda de precios rebasa los 120 dólares las cien libras entregábamos el dinero a los productores, si caía por debajo de los 120 dólares reteníamos las entregas. A partir de esa fecha nos dimos a la tarea de entregar los recursos, para el 2016-2017 la entrega a los productores fue del 90 por ciento de los recursos aportados, si un cafeticultor aportó 1000 pesos, se le entregaban 900 pesos y el resto se quedaba como fondo para seguir aportando a ese fideicomiso, aquí en la región de Coatepec entregamos alrededor de 12 millones de pesos, a todos los productores aportantes de ese fideicomiso llamado FIRCAFE”.
En este momento hay aproximadamente 600 millones de pesos en el FIRCAFE, explica Elotlán Díaz quien añadió que;
“Este dinero está ahí porque muchos productores han fallecido o porque no se enteraron de la devolución de este recurso y por lo tanto no han recogido su dinero, actualmente está detenida la entrega de recursos, solo se está otorgando a familiares de productores finados. Se ha intentado que los cafeticultores sigan aportando a esa caja de ahorros pero vemos la negativa de los integrantes, lo que se pretende es que si tenemos 600 millones de pesos, el gobierno aporte otra parte para momentos como los que actualmente vivimos, teniendo esos 600 millones como un fondo de garantía, sin embargo nos pasamos 6 años implorando esta demanda y no se nos hizo caso”.
Elotlán Díaz, confiesa que hay preocupación porque no hay cambios, ni actualización en el consejo de administración de este fideicomiso, ni en la misma AMECAFE y por ello existe preocupación de qué destino se le va a dar a ese recurso.
Sin garantías
Si de por sí la crisis cafetalera tiene a los productores al borde de la miseria, las actuales inclemencias del tiempo como son la prolongada sequía y los aumentos de temperatura vienen a empeorar aún más la situación.
“En este momento el sector agropecuario no cuenta con un seguro agrícola que vaya a atender el tipo de siniestros que estamos padeciendo, no tenemos nada, estamos al desamparo, sin ningún seguro, por ello le pedimos al gobierno tanto al que se va como al que llega que implemente este tipo de seguros contra siniestros como el que estamos padeciendo los cafetaleros, limoneros y en general todos los productores del campo”.
El Secretario de la CNOC reconoció que para el manejo de un seguro agrícola contra siniestros, deben establecerse mecanismos como pudiera ser que una vez que se atienda al productor con el seguro, y ya en época de bonanza, sea el mismo productor quien devuelva el monto de recurso con la finalidad de que otros productores también puedan ser apoyados obteniendo esa garantía y ese seguro.
“Estamos pidiendo un fondo de compensación por este tipo de emergencias, decimos cuántos miles de millones de pesos se gastaron en la contienda electoral y sin embargo para los productores del campo no hay nada, estamos al total desamparo y es una vil desgracia y es un mal ejemplo del gobierno actual”.
Cifras poco claras
La cafeticultura mexicana presenta atrasos frente a la que se practica en otros países, prueba de ello es la falta de un Instituto Nacional del Café. El desdén de la clase política por la cafeticultura queda evidenciada con temas tan elementales como la falta de un censo cafetalero, el último levantamiento data del año 2005, en el gobierno de Vicente Fox, se realizó el Censo que ha servido de base para que en la actualidad se siga manejando como vigente.
“Actualmente si hay 300 mil productores serán muchos, sin embargo, en las estadísticas que se manejan a nivel nacional se habla de 586 mil cafeticultores cultivando cerca de700 mil hectáreas eso es falso, desde el 2005 no ha habido una actualización del censo nacional cafetalero, hace una semana estuvo personal del INEGI por acá en el Consejo y les preguntamos eso precisamente, la respuesta fue que iban a investigar para darnos un aproximado”.
Puertas Abiertas
Otra de las fallas de la política pública cafetalera es la apertura a los mercados internacionales para la importación de café de los principales países exportadores, esto sin el debido cuidado de qué calidad de café se está comprando.
“Se nos dijo que en enero ingresaron 225 mil sacos de café provenientes de Brasil, podríamos pensar que a esta altura estaríamos importando un millón de sacos de ese país o de Vietnam, de qué calidad no sabemos, pero por los precios que se manejan no es buena, alguna vez en una reunión en palacio de gobierno (Veracruz) con la compañía Nestlé sus representantes dijeron a nosotros no nos importa tanto que no nos vendan café al precio que nosotros fijamos porque lo podemos traer de otros países y más barato”
Ante un escenario tan adverso, donde múltiples factores ponen en severo riesgo la cafeticultura mexicana, Elotlán Díaz aseguró que aun desapareciendo la cafeticultura nacional, no habrá escasez de café ya que los cafés tradicionales arábigos (lavados), serán sustituidos por cafés naturales y/o cafés robustas y como siempre al que se le seguirá engañando es al consumidor final.