*Factores como el cambio climático ocasionan aumento de precios del aromático a niveles muy altos
Por Carlos A. Villalobos Cortés
El aumento del precio del café a nivel mundial traerá como consecuencia un fuerte impacto en el bolsillo de los consumidores, analistas prevén que el aumento en el precio final podría ser del orden del 20 al 30 por ciento (promedio mundial) siendo obviamente mayor el aumento en los países NO productores.
Al momento de escribir estas línea, el precio internacional del café (variedad arábica) se sitúa por arriba de los 300 dólares (tan solo para este día 26 de noviembre, el máximo estimado rondaría los 309 dólares y un mínimo de 303 dólares las cien libras (45.4 kg)
Causas:
Entre las causas que están provocando este aumento en el precio del aromático, se encuentra en primer lugar el cambio climático que está afectando a los grandes países productores de café como son Brasil, Vietnam e Indonesia lo que conlleva la especulación y nerviosismo en los grandes corporativos comercializadores.
Los conflictos internacionales como el del canal de Suez también están afectando el precio dada la complejidad que representa el traslado por vía marítima.
Finalmente y no menos importante, el fortalecimiento del dólar, al ser la moneda que rige el precio de la bolsa de Nueva York (cafés arábigos) es entendible que el precio del café sea mayor para otras naciones.
Buenas noticias para países países productores
El aumento del precio de café está teniendo como consecuencia que países productores como Colombia (tercer lugar en la producción y exportación de café), vean incrementados sus ingresos superando recientemente los 3 dólares la libra, precio que se prevé continúe su racha a la alza.
En México, el precio del café cereza varia de región a región del país, sin embargo un promedio conservador lo sitúa en los 10 pesos el kilo (inicio de cosecha) en un momento donde se resiente el retraso de la cosecha.
Malas Noticias para Consumidores
Si bien es cierto que el precio del café beneficia a los productores, evidentemente que los comercializadores y sobre todo los consumidores se verán afectados con el incremento. Por principio de cuentas señalar que la mayor parte de las cafeterías NO son productoras de café, sino que lo adquieren a compañías comercializadoras o directamente a pequeños productores por lo que cualquier incremento al precio tendrá que ser absorbido en un principio de cuentas por el comercializador quien al ver aumentado su gasto operativo deberá aumentar su precio al mostrador o en la taza, siendo el consumidor final quien termine solventando el aumento del precio del café.
Consecuencias
El aumento en el precio del café podría ocasionar que los comercializadores se vean tentados a comprar cafés de menor calidad para no ver mermadas sus utilidades o bien aumentar el precio de su producto con el consabido riesgo potencial de perder clientela, o bien una combinación de ambas opciones; vender café de menor calidad a un mayor precio, a final de cuentas el consumidor final terminará siendo quien pague las consecuencias.
¿Qué hacer?
El comercializador deberá hacer un riguroso estudio de su mercado y analizar lo que sus clientes están dispuestos a pagar por un kilo de café tostado o en taza, no deberá dejarse tentar por la opción de comprar café de menor calidad puesto que podría perder clientela y credibilidad.
Para el consumidor la opción más saludable, tanto para el bolsillo como para su organismo, es localizar expendios de café o cafeterías donde manejen calidad y precio de café a partir de la trazabilidad de cada marca de café; al referirnos a trazabilidad nos referimos a esa ficha técnica donde se nos menciona el varietal de café, el tipo de tueste, la región de donde procede, la altura de la finca cafetalera, e inclusive el nombre de la finca y del productor de café. Evidentemente que estos datos pueden ser alterados por el consumidor y engañarnos sobre la legítima procedencia del grano, sin embargo existe la posibilidad de rastrear al productor y en una de esas solicitarle información respecto a sí verdaderamente quien nos vende café es su cliente o si por el contrario estamos siendo estafados.