*Se suma a una serie de países que en un principio habían prohibido el uso del pesticida pero que posteriormente permitieron su uso como control de maleza en los cultivos
Recién dabamos cuenta hace un par de días de la proximidad de la suspensión definitva en México del uso del glifosato como medida para eliminar la maleza en las plantaciones de ganos básicos, ante este medida, que debía entrar en vigor a partir del primero de abril de este año 2024.
Los fabricantes de agroquímicos habían advertido que tras esta medida, la producción de máiz y otros granos en nuestro país caería en un 40 por ciento además de que no mejoraría la salud de los mexicanos.
Tema sin lugar a dudas que genera polémica pues está comprobado que el uso de herbicidas cuyo principal activo es el glifosato sí genera alteraciones en pequeñas especies, principalmente afecta a las abejas y demás polinizadores, sin embargo también es cierto que los países que en un principio se opusieron a su uso aseguran no contar con las pruebas suficientes como para calificar al glifosato de ser un agente cancerígeno.
Como se apuntaba en la nota anterior, la agricultura del tipo intensivo en nuestro país emplea, como en muchos otros países, la fórmula química a partir de la N-fosfonometilglicina, C3H8NO5P indicada para el combate de maleza y pequeños arbustos que se generan en campos de cultivos.
Evidentemente, esta medida creará una nueva polémica entre los ambientalistas que veían en la suspensión de su uso una promesa cumplida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en favor de los ecosistemas y los fabricantes y comercializadores de los agroquímicos así como de los productores de estos granos quienes en algún momento muy seguramente habrían que absorver las cuantiosas pérdidas que les representaría la prohibición de su uso en los cultivos.
Como se recordará México es un país que dista mucho de lograr la soberanía alimentaria, tan solo en el rubro maíz, (maíz amarillo) nuestro país importa alrededor de 16 millones de toneladas al año, el cual se compra principalmente a los Estados Unidos quienes también emplean glifosato para el control de malezas en sus cultivos.