*Bajos precios orillan a productores a abandonar sus cafetales
*Autoridades ni los ven, ni los oyen, empresas transanacionales las más beneficiadas
Por Carlos A. Villalobos
La grave situaciónque enfrentan los cafeticultores, ha causado ya los primeros estragos en la región cafetalera de Coatepec que comprende a por lo menos 10 municipios considerados como productores de café de exclente calidad, algunos de ellos inclusive participantes y ganadores del certamen Taza de Excelencia que premia a los mejores cafés del certamen y que brinda la posibilidad de participar en subastas nacionales e internacionales.
En charla con cafeticultores de diversos municipios el común denominador es el mismo; el café dejó de ser rentable desde hace años, algunos productores continuaron con el cultivo bien por ser a lo que le dedicaron la mayor parte de su vida y le tienen cariño al campo, otros lo habían seguido trabajando porque son ya personas mayores que no facilmente encontrarán trabajo en otra parte y algunos más lo han hecho con la esperanza que «para el proximo año el precio mejore».
La realidad es que entre los factores internacionales donde países productores han tenido mayores producciones de café, intensificación del cultivo del café de la variedad robusta (coffea canephora) aunado a los añejos problemas del cultivo en nuestro país, el hilo por fin parece no aguantar más y ha terminado por romperse.
Hoy más que nunca, la cafeticultura en nuestro país está sentenciada a morir, por lo menos la cafeticultura de las pequeñas comunidades, la única opción que sevislumbra en el escenario de mediano plazo es el cultivo de la variedad robusta, impulsada por supuesto por los grandes corporativos internacionales encabezados por la compañía Nestlé.
Ya hemos hablado de la mala calidad del café robusta, sin embargo es esta variedad la que conviene a los intereses de las empresas que elaboran «cafés» solubles, a grado tal es el poder de estos corporativos que han logrado infiltrarse en dependencias y gobiernos de los países dictando hoy por hoy como debe evaluarse la calidad del café privilegiando los cafés naturales y erradicando poco a poco los cafés lavados (otrora considerados los mejores) así la nueva ola de consumidores está conociendo una oferta donde conceden demasiados atributos a los cafés naturales frente a los cafés naturales. Por supuesto que esta marcada tendencia de los gurús del café está abonando al desplome de la cafeticultura tradicional.
Hoy en día, la cafeticultura pareciera deberá concebirse como la de los cafés diferenciados de prolongadas fermentaciones, maceraciones y demás entuertos sugeridos por quienes rigen las riendas del café mundial u optar por producir cafés de la variedad robusta (menor calidad) para abastecer el mercado mundial de café.
Guste o no, nos adaptemos o no a las nuevas tendencias, la cafeticultura tradicional está en inmimente riesgo de desaparecer y parece que eso no lo ve la clase política, el adeudo que las diversas fuerzas políticas que han gobernado el país tienen con la cafeticultura es enorme, es verdad que no es exclusivo del actual régimen, el problema viene de muchos años atrás y lo más lamentable es que la esperanza que se tenía de que el Presidente López Obrador saliera en su rescate se fue por los suelos.
Hoy en día no hay ya esperanza para la gran mayoría de los pequeños cafeticultores, algunos, los más jóvenes, han emigrado a otras latitudes en busca de mejores oportunidades, otros han cambiado de cultivo, otros más han abandonado sus tierras y viven a la espera de la llegada de los programas asistencialistas-paternalistas que la clase gobernante entrega so pretexto de combatir la pobreza .
Por desgracia para quienes han optado por el cambio de cultivo tampoco existe certeza de que les vaya mejor, y si llegara a suceder y logran obtener mejores rendimientos en sus parcelas, corren el riesgo de ser presa de los amantes de lo ajeno, ladrones y vagos que esperan el fruto del trabajo de otros para ir a robar por las noches o incluso a plena luz del día y vender el botín a los coyotes o intermediarios quienes sin escrúpulo alguno compran el producto a quien se los venda, a sabiendas aún que este (producto) puede ser robado, lo mismo pasa con el café, con el limón y otros frutos como la maracuyá por citar algunos ejemplos.
Ante esta indefensión en que se encuentran los campesinos solo suponer que no resistirán por mucho tiempo. La noticia que dio pie a este artículo, fue compartida por un buen amigo cafeticultor en el sentido de la decisión de vecinos suyos en el municipio de Naolinco de abandonar sus cafetales ¿La causa? Obviamente los bajos precios del café, en el mismo sentido me confesó que al caminar por otras parcelas se observan las cerezas (frutos del café) en el suelo, ya que los bajos precios no alcanzan para pagar a los cortadores ante lo cual, los propietarios han optado por perder la cosecha.