Consciente que el campo nunca ha sido prioridad para la clase gobernante, Leonel Segundo Grajales Lagunes reconoció que una vez instaurado el Gobierno que preside Andrés Manuel López Obrador, los hombres y las mujeres del campo atraviezan un mayor abandono que en sexenios anteriores. A decir del ex alcalde (Puente Nacional) y líder de productores de caña, los productores de todo el país viven el abandono del actual regimen político.
«Quienes cultivamos caña recibimos 7 mil 300 pesos al año, eso no alcanza para nada, en cambio quienes están en el Programa Sembrando Vida, reciben 6 mil pesos al mes y es sabido que hay muchos desvíos en él, conozco gente que tenía animalitos, ahora tienen cultivo en media hectárea y reciben 6 mil pesos y los que tenemos superficies mayores recibimos 7 mil 300 pesos al año».
Grajales Lagunes lamentó que la administración del Presidente López Obrador esté dejando a su suerte a los verdaderos productores del país, puso de ejemplo el costo de los fertilizantes y el costo del diesel.
«El retroceso se nota en la produción de caña, de limón, de mango, nos gusta trabajar pero los productores hemos absorvido el incremento de la mano de obra de nuestros trabajadores, la inflación ha subido y dependencias como SAGARPA y SEDARPA están cerradas para nosotros, cero proyectos».
La desaparición de programas orientados a la producción agrícola y ganadera han mermado la capacidad de produción de la mayor parte de los campesinos, atrás quedaron los años en que los productores podían acceder a créditos para la adquisición de insumos o equipamiento tecnológico.
«Anteriormente podíamos entre varios recurrir a la compra de un tractor, SAGARPA ponía por ejemplo 150 mil pesos y nosotros pagabamos poco a poco el resto, con Fidel Herrera nos ayudaban y ahorita mira, todo patas para arriba».
Sobre la escasez de mano de obra en el campo y la ausencia del relevo generacional, el productor cañero mencionó que si ya el tema era preocupante, ahora se agrava más con el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro, ya que este programa aleja cualquier posibilidad de que los beneficiarios se acerquen al campo, debido a que los jóvenes prefieren trabajar de lunes a viernes en cualquier cosa en la ciudad aunque no reciban capacitación, se trata de un programa más electorero, apuntó.