El incremento de la temperatura a nivel mundial debido al “Cambio Climático” está ocasionando pérdidas económicas a los productores de todas las zonas agrícolas, hace un par de años, el incremento de temperatura en el verano ocasionó preocupación entre los apicultores quienes vieron afectados sus colmenas.
Recientemente tuvimos oportunidad de platicar con Manuel Hernández Méndez apicultor de Coatepec quien nos comenta que, debido a la escasa floración presentada en la zona de Coatepec y el incremento de temperatura en pleno invierno, se vio en la necesidad de trasladar sus colmenas a otro sitio que les permita sobrevivir, un sitio donde las abejas puedan recolectar el néctar y polen de las flores silvestres y sortear las condiciones actuales.
“Se trata de que sobrevivan, alimentarlas sale muy caro” comenta el también cafeticultor quien en estos momentos en que ha dejado de producir miel ha vuelto los ojos a la producción de café, cultivo que históricamente sufre de bajos precios y de hace unos años a la fecha incluso de ataques de plagas y enfermedades.
La disminución de la población de abejas melíferas (abeja europea) se da en un contexto del uso de herbicidas que incluyen dentro de su fórmula química el Glifosato, entre otros dañinos ingredientes que afectan la capacidad de orientación de las abejas, aunado a esto se suma el incremento de la temperatura que ocasiona menor floración y por ende menores oportunidades para las recolectoras.
Amén de las pérdidas económicas para los apicultores, la disminución de abejas en el mundo pone en riesgo buena parte de los productos que se generan en el campo, no hay que olvidar que son las abejas los mayores agentes polinizadores de flores diversas que a la postre generarán frutos en los campos.
¿Cómo podemos apoyar a que este fenómeno se revierta?
Aunque el escenario parece poco halagador, dependerá de nosotros como raza qué tanto queremos disminuir o incluso revertir esta situación. Existen desde pequeñas acciones que podemos realizar en favor de las abejas hasta unas más grandes y que requieren el esfuerzo y la suma de todos.
En casa si contamos con un pequeño jardín o terraza podemos comenzar por sembrar plantas que produzcan flores atractivas para las abejas; menta, lavanda, romero, albahaca, tomillo, naranjo, limón, zarzamora, etc., importante enseñar a los pequeños en casa a que rara vez una abeja atacará a los seres humanos por lo que es imperativo NO atacarlas ni ahuyentarlas.
Si se cuenta con tierras de cultivo o pastizales una medida en extremo benéfica es la de prescindir de herbicidas/pesticidas que incluyan en su composición Glifosato, sembrar árboles frutales o de sombra no sería mala idea y contribuirían a la preservación de agentes polinizadores, abejas, abejorros, etc.
Si entre todos realizamos estas pequeñas acciones y las autoridades y dependencias gubernamentales cerramos filas en favor de mejorar la calidad de vida de las abejas, estaremos en condiciones de detener o por lo menos disminuir el colapso de las abejas.
